Sospechoso el domingo que se instala hoy, sórdido y ventoso para translucír como un prefacio de algo que se acaba, de lo que comienza, con colores de toda virtud y todo entresueños del que cree que todo, tiene que ver nada mas que una hermosa mañana de primavera, que no esta, esta por allí, aquí en este hermoso sábado de primavera, que se apresuro en ser domingo.
Sospechoso por que la mente indica que en el tablero de los días indicando que no lo es, que es otro domingo nada mas, otro domingo mas, o sea quién sabe. Lo indiscutible es que hoy es hoy, o por lo menos ya no me interesa saberlo. Entonces, "Que hermoso domingo de primavera"
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Dónde quedo aquel lugar don de hoy vivo,
que desasosiego, donde esta la brújula de trabalenguas,
que solo entretienen pero que no alimentan las treguas,
de que torpe pantalla se escapó este preludio que era antes cautivo.
Quién soy hoy, de qué palabras estoy echo,
por qué pienso encontrarle un provecho,
a este retrato de que quiero ser y dejar de ser,
a este retraído, al que quieren hacerme caer
Quiero una condena de eterna libertad, la tengo
quiero mi condenada libertad, libre para siempre...
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Malgastado pasado, vacio presente. Puedo agradecerte que me hayas molestado hoy en venir, creo que no, lo disfruto en demasia. Él se postro proyectado en una pantalla opacando mis párpados cerrados, para saturarme el aire de lo que soy, de mi mismo. Tocó la filosofía y se marchó sin explicar nada, como esto, que tampoco toca nada, ni explica nada, por eso me gusta. Me atrevería a decir, que estoy vivo.
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